
Me encantaron tus fotos.
El agua apaga el fuego y al ardor los años. Amor se llama el juego en el que un par de ciegos, juegan a hacerse daño. Y cada vez peor. Y cada vez más rotos. Y cada vez más tú, y cada vez más yo. Sin rastro de nosotros. Ni inocentes ni culpables, corazones que destroza el temporal. No soy yo, ni tú, ni nadie, son los dedos miserables que le dan cuerda a mi reloj.