Detrás de todo este espectáculo de palabras, tiembla indeciblemente la esperanza de que me leas,
de que no haya muerto del todo en tu memoria...
noviembre 05, 2009
Si te divierte verme y te gustan mis besos, y me ves como la perfecta compañera de tertulias. Si soy tu amiga con derecho, mientras te dure la parranda, no te enamoraste de mí, sino de ti cuando estás conmigo. Yo pensando en futuro, tú en la rumba de esta noche, si me quieres un poquito dímelo aunque sea en fax, sí te parezco divertida, pero en mí no piensas nunca, no te enamoraste de mí, sino de ti cuando estás conmigo. No te enamoraste de mí, así como yo de ti. No te enamoraste de mí, te enamoraste de ti cuando estás conmigo. De las locuras que hacemos, de los besos furtivos, de mi risa y tus chistes, de la fiesta y el vino, de las caricias que mueren justo al haber nacido. No te enamoraste de mí, así como yo de ti. Quién ganará la batalla de este amor desperdiciado, tú creyendo que me quieres, yo queriéndote creer, si yo te quiero aunque te calles, y tú te callas y te quiero. No te enamoraste de mí, sino de ti cuando estás conmigo. Si le bajo el volumen a este ritmo que tocamos, yo me temo que el derrumbe puede hacerse aparecer, y lo que antes fue pregunta, hoy es una afirmación. No te enamoraste de mí, sino de ti cuando estás conmigo. No te enamoraste de mí, así como yo de ti.
Esto siento, más o menos, y por esto mismo muero.