Detrás de todo este espectáculo de palabras, tiembla indeciblemente la esperanza de que me leas,
de que no haya muerto del todo en tu memoria...

noviembre 18, 2009

II

Ya no me encuentro preguntando sobre amor
por fin no hay nada que pretenda no saber,
entiendo que no hay relación entre amar y envejecer.

Ya no me encuentro preguntando como dar,
por fin comparto por el miedo de perder
el milagro de tus caricias llegando el amanecer.

Ya no me encuetro contestando un "yo que sé?"
por fin entiendo que en tus redes yo caí.
Ya no me encuentro preguntandome "por qué?"
por fin entiendo de una vez que es porque sí,
porque te ví, te dejé entrar, cerré la puerta y te elegí.

Hoy puedo entender que te gusta el té
que odiás el café, que no querés rosas
que a pesar del vértigo no hay altura
que impida que me saque el disfráz.

Tirando a matar, dandonos changüí,
puro razonar, puro frenesí.
Se escribe así nuestra historia:
que funcione o no, que esté bien o mal
vivirlo con vos para mi es la gloria.

Sin escatimar, sin darnos de más
sin acelerar sin tirar para atrás,
siempre fue así nuestro asunto:
le falta de acá, le sobra de allá,
retocándolo, pero siempre juntos.
Esto siento, más o menos, y por esto mismo muero.