Detrás de todo este espectáculo de palabras, tiembla indeciblemente la esperanza de que me leas,
de que no haya muerto del todo en tu memoria...

septiembre 06, 2010

¿Una mentira? Está bien. Puede decirlo. Sí, eran mentiras, pero eso no es necesariamente algo malo. Las mentiras no son ni buenas ni malas. Al igual que el fuego, pueden mantenernos tibios y seguros, o quemarnos hasta morir, dependiendo de cómo se usen. Las mentiras de nuestro gobierno antes de la guerra, las que se suponía debían mantenernos felices e ignorantes, esas nos quemaron, porque no nos dejaron hacer lo que debía hacerse. Sin embargo, para cuando filmé Avalon, todo el mundo estaba haciendo todo lo humanamente posible por sobrevivir. Las mentiras del pasado se habían desvanecido, y la verdad estaba por todos lados, cojeando en las calles, entrando por las puertas, lanzándose a sus cuellos. La verdad era que, sin importar lo que hiciéramos, la mayoría de nosotros, quizá todos, no alcanzaríamos a vivir para ver el futuro. La verdad era que quizá enfrentábamos el final de nuestra especie, y esa fría verdad estaba congelando hasta morir a más de cien personas cada noche. Necesitaban algo para mantenerse tibios. Por eso les mentí, al igual que el presidente, que cada médico, sacerdote, cada líder de tropa y cada padre de familia cuando decían “vamos a estar bien.” Ese era nuestro mensaje. Ese era el mensaje de todos los directores de cine que surgimos durante la guerra. ¿Alguna vez escuchó hablar de La Ciudad de los Héroes? ¿Buena película, no? Marty la filmó durante un ataque que duró meses. Él sólo, aprovechando cualquier equipo que llegara a sus manos. Una obra maestra: la valentía, la determinación, toda esa fuerza, dignidad, compasión y honor. De verdad hace que uno crea en la raza humana. Es mucho mejor que cualquiera de mis películas. Debería verla. -Ya la he visto- ¿Cuál fue la versión que vio? -No sabía que...- ¿Que hay dos versiones? Tiene que hacer mejor la tarea, joven. Marty editó una versión de La Ciudad de los Héroes para la guerra, y otra después de la guerra. La versión que usted vio, ¿duraba noventa minutos? ¿Mostraba el lado oscuro de los héroes de La Ciudad de los Héroes? ¿Mostraba la violencia y las traiciones, la crueldad, la depravación, y la profunda maldad en el corazón de algunos de esos “héroes”? No, claro que no. ¿Para qué? Esa era nuestra realidad cotidiana, y fue lo que hizo que mucha gente se metiera en la cama, apagara las velas, y exhalaran su último aliento. Marty quiso, en lugar de eso, mostrarnos el otro lado de la moneda, el que los ayudaba a levantarse de la cama al día siguiente, el que los hacía arañar y gritar y seguir luchando por sus vidas, porque alguien les decía que las cosas iban a salir bien. Existe un nombre para esa clase de mentiras: Esperanza.

Es un libro sobre una Guerra Mundial Zombie, ficticio, claro;
pero resalta muchos razgos de la raza humana.
Lo tomé más como una crítica al ser humano y sus miles de defectos.
Cómo nos hundiríamos si esto sucediera algún día.
Me encanta este libro, DEBO terminarlo.
Esto siento, más o menos, y por esto mismo muero.