Y es que no te quiero perder, hice llorar hasta a los ángeles, amor. Sé que no es fácil el perdón, pero si buscas en mis ojos en lo más profundo, sólo verás el reflejo de tu rostro. Seremos lo que quieras, no hay limitación. El horizonte es un balcón. El más allá no queda lejos. Y lo nuestro puede estar mejor. Vale la pena que lo intentemos, es una prueba, no tengas miedo. Que se haga corto cualquier adiós. Que la noche dure, amor.