Detrás de todo este espectáculo de palabras, tiembla indeciblemente la esperanza de que me leas,
de que no haya muerto del todo en tu memoria...

mayo 30, 2012

Tú me preguntas, mirada dulce, si me moriría sin ti. Yo aterrado me escondo en un vaso cargado de alcohol y te respondo: "Maldita sea, no lo compruebes, por favor". Y te dices fuerte e independiente, y a veces me pareces débil, en mis manos como un copo de nieve que se deshace, negándose a confesarse enamorada de mí. Y sé que no podría estar sin ti. Sé que no podría estar sin ti.
Esto siento, más o menos, y por esto mismo muero.