Despierta. Has de pintar, nuevas
constelaciones para que navegantes extraviados en la noche encuentren el
camino que les acerca al mañana, en el que Prometeo burla al Dios y
trae la llama. Que el destino no parió la miseria en la que duermes,
nació de las voluntades de mil hombres y mujeres. Que nada está escrito
para siempre, despierta.
Despertarás entonces, desarmado y cautivo. Y como quien regresa a la casa en que fue niño, todo parecerá más pequeño, más oscuro el horizonte, la llama y el futuro. Y entonces, dime, ¿qué harás?
Despertarás entonces, desarmado y cautivo. Y como quien regresa a la casa en que fue niño, todo parecerá más pequeño, más oscuro el horizonte, la llama y el futuro. Y entonces, dime, ¿qué harás?