Detrás de todo este espectáculo de palabras, tiembla indeciblemente la esperanza de que me leas,
de que no haya muerto del todo en tu memoria...

abril 25, 2012

Contra el mundo

"Espero, realmente, ser alguien que te hace reír todavía. Esa marca, en tu lado izquierdo. Decir que me vuelve loco es poco. Saber que la seguías teniendo, gracias a Dios. Tu pelo siempre me dio ganas de ofrendar animales a los dioses. Pero esa marca. Esa marca me atrapó, y voy a estar ahí. Siempre pensé que iba a estar atrapado en los ojos de alguien. Pero nunca pensé que iba a ser en una de esas marcas. El día que veas lo que yo veo en tus ojos. El día que veas eso. Vas a dejar de preocuparte por si estás gorda o no. Te odio. Y te extraño tanto. Que te odio. Y no puedo creer que no estés conmigo. Y quiero romper todo. Y quiero pintar. Y quiero todo para vos. Y quiero tu odio. Quiero que me odies. Porque, dicen, la parte de la cabeza que odia, está MUY pegada con la que ama. QUIEN DICE, un día se pasan un poco las células y volvés a hacerme feliz. Y yo te demuestro TODO, lo que con palabras no llego a abarcar! Salgamos mañana. Y siempre. Mañana y siempre. Ahora y siempre. Debo. TENGO que decirte todo esto. Y te odio. ¿Y sabés qué? Te amo. Ahora, a prender fuego todo."
Sentimientos como ese no se van de un día para el otro... Después de tantos años, tantas peleas, tanta distancia, seguís sintiendo lo mismo que sentiste la primera vez que nos vimos. Cosas así no desaparecen, no se borran, ni aún queriendo, ni se reemplazan. Saber que siempre voy a estar con vos aunque no esté a tu lado, así como vos conmigo, me alcanza. De alguna extraña manera, me hace feliz.
Esto siento, más o menos, y por esto mismo muero.