Conozco el aroma que dejan tus sueños si es que puede haber. Sé que piensas mucho, hablas demasiado, y resuelves poco. Sé cuando estás frío y aparentas fuegos por condescender. Sé que a veces mientes, y yo hago maromas por no descubrirte. ¿Y de qué me sirve? No sirve de nada.