Detrás de todo este espectáculo de palabras, tiembla indeciblemente la esperanza de que me leas,
de que no haya muerto del todo en tu memoria...

diciembre 26, 2009

Él

Él se desliza y me atropella, y aunque a veces no me importe, sé que el día que lo pierda volveré a sufrir. Por él, que aparece y que se esconde, que se marcha y que se queda, que es pregunta y es respuesta, que es mi oscuridad. Él me peina el alma y me la enreda, va conmigo pero no sé adónde. Mi rival, mi compañero, que está tan dentro de mi vida y, a la vez, está tan fuera, sé que volveré a perderme. Sigue siendo él, que otra vez me lleva, nunca me responde. Él se hace frío y se hace eterno. Un suspiro en la tormenta a la que tantas veces le cambió la voz. Gente que va y que viene y siempre es él, que me miente y me lo niega, que me olvida y me recuerda. Que sea lo que quiera dios que sea. Mi delito es la torpeza de ignorar que hay quien no tiene corazón, y va quemando, va quemándome y me quema. ¿Y si fuera él? Él me peina el alma y me la enreda. Va conmigo, digo yo. Mi rival, mi compañero, ese es él. Y si la vida es una rueda y va girando, y nadie sabe cuándo tiene que saltar. Y lo miro... ¿Y si fuera él?
Esto siento, más o menos, y por esto mismo muero.