- ¿Por qué dejaste de escribirme?
- Porque no era suficiente.
- ¿Sabés cuán a menudo tomo la decisión de no escribir? "Hola, ¿cómo estás? ¿Qué hacés? ¿Querés que nos veamos? Este viernes, para cenar. Sólo para hablar."
Pienso en vos cuando las cosas no están bien.