Detrás de todo este espectáculo de palabras, tiembla indeciblemente la esperanza de que me leas,
de que no haya muerto del todo en tu memoria...

noviembre 16, 2010

Debí besarte más.
Debí abrazarte más fuerte.
Debí mirarte mucho más.
Debí hacer algo más que llorar.

Debí quedarme desnuda en tu cama por más tiempo.
Debí decir todo aquello que tenía dentro.
Debí ver el atardecer junto a vos.
Debí despedirme como merecíamos.

No pensé que iba a ser nuestra última vez.
Nuestra última caricia.
Nuestro último abrazo.
Nuestro último beso.

El último adiós.

No importa cuanto me lastimes, no puedo dejar de amarte.
Y te odio por ello.
Esto siento, más o menos, y por esto mismo muero.