Me di cuenta que estaba completamente perdida
en el momento que besaste mi frente
e inevitablemente mis ojos se cerraron,
casi por inercia.
Fue entonces que, lo que apenas duró dos segundos,
se volvió eterno.
en el momento que besaste mi frente
e inevitablemente mis ojos se cerraron,
casi por inercia.
Fue entonces que, lo que apenas duró dos segundos,
se volvió eterno.