Detrás de todo este espectáculo de palabras, tiembla indeciblemente la esperanza de que me leas,
de que no haya muerto del todo en tu memoria...

marzo 31, 2012

Eterna inocencia

Ya ni recordaba los sabores que tenían la alegría, la esperanza, la ilusión.

Me invadieron los temores y desde entonces olvidé como él sostenía, apretaba, destrozaba el tiempo entre sus manos.
Y en un segundo la inundación me lo llevó.

Sentía que tenía la misma luz entre sus manos y, de repente, vos abrazás igual que tu padre y me hacés sentir el fin de las soledades. Las que me habitabas hace un tiempo, que yo creía eterno.

Y ahora abrazo, destrozo al tiempo entre mis manos.
En mi ocaso renace la ilusión.
Esto siento, más o menos, y por esto mismo muero.