Detrás de todo este espectáculo de palabras, tiembla indeciblemente la esperanza de que me leas,
de que no haya muerto del todo en tu memoria...

abril 18, 2010

Me llamas para decirme que te marchas
que ya no aguantas más, que ya estás harta,
de verle cada día, de compartir su cama,
de domingos de fútbol metida en casa.
Me dices que el amor igual que llega pasa,
y el tuyo se marchó por la ventana.
Esto siento, más o menos, y por esto mismo muero.