Detrás de todo este espectáculo de palabras, tiembla indeciblemente la esperanza de que me leas,
de que no haya muerto del todo en tu memoria...

mayo 30, 2013

Ebrios

Cada día que pasa, las resacas duelen más.

Y es que cada viernes, entre el cansancio y el alcohol, termino destruidísima. Sí, ya no tengo la resistencia de antes. Estoy tan ocupada trabajando y estudiando que apenas puedo salir, y cuando lo hago, lo que tomo o como enseguida me cae mal. Pero me "pega" tarde, está todo bien hasta que salgo del bar para cojer un taxi o fumar un cigarrillo. Últimamente, me olvido partes de la noche por completo. Cosas como, me subo a un taxi en la Capital y termino en casa en un abrir y cerrar de ojos. Alguna caminata o charla que para mí nunca existió. O, de la nada, me enojo. Y grito. Grito. Me encapricho porque quiero algo pero NO SÉ que es lo que quiero. Todo se transforma en un absurdo. Y lloro desconsolada. No entiendo todavía como es que la gente que me ve en este estado me soporta. Como no me deja tirada por ahí. Deben sentir pena o lástima, yo lo sentiría. Me da mucha vergüenza, pero no lo puedo evitar. TENGO que aprender a evitarlo... Hay una teoría trás esto, que se me ocurrió después del episodio del último viernes, que dice algo así como que tengo mil cosas en la cabeza. Más que nada resentimiento. Ira acumulada. Como que mi vida es una mierda y tener que poner buena cara todos los días, todo el tiempo... Cansa. Y en algún punto tengo que explotar. Aprendí tan bien a fingir que sólo en sueños o en borracheras extremas ocurre que sale todo de una, sin filtro. Y así creo que me pasa en estos casos. El alcohol inhibe esa "barrera", y todo lo malo que está oculto sale a la luz, de la peor manera. Me hace muy mal. Creo que debería corregir eso de ocultar y reventar luego, sería más sano para todos y... Bueno, nada, era eso. Fui muy breve, porque hay cosas como: responsabilidades, madurez, padres, pareja, amistades que ni mencioné, pero "vida de mierda" abarca todo eso y mucho más. Si en algún momento tengo la cabeza menos abrumada, me siento a escribirlo, prometo.

(Cada día duele más)

mayo 10, 2013

III

«Te busqué en cada canción, en cada fracaso, en cada huída; y allí estabas tú,
salvándome de todos los desastres. Siempre vuelvo a ti.»
Esto siento, más o menos, y por esto mismo muero.