Momento n°1: Sueños.
Generalmente no los recuerdo, pero muchas veces me sucede de levantarme inquieta, con una sensación de vacío o preocupación. Y aunque repase mil veces el sueño, tras recordar algunas imágenes de éste, no le encuentro un sentido. Es como querer armar un rompecabezas de 100 piezas habiendo perdido 90. Como estoy acostumbrada a esto, ya ni siquiera me esfuerzo en pensar qué soñé. Pero el presentimiento, si queres llamarlo así, de que algo importante pasó o está por pasar, no se va hasta que vuelvo acostarme para levantarme con la misma sensación. O no. A veces parece ser un sueño placentero y me levanto con cierta tranquilidad y/o felicidad.
Momento n°2: Miedo.
Miedo a que mis sueños se cumplan. A tener razón. Miedo de no sentir. Miedo, incluso, de sentir. Y por ello, salir lastimada, como es usual. Tengo miedo de la gente, y de mí misma. Pero los miedos me dan coraje, valor, ganas de enfrentarlos día a día y superarlos. Le dan sentido a la vida. Pero no tengo miedo de morir, es algo de lo que nadie se salva. Mismo de los cuernos, dicen.
Momento n°3: Paradoja.
Se aplica 2 en 3. Miedo a que mis sueños se cumplan, miedo a que no se cumplan. Miedo a tener razón y miedo a estar equivocada.También algo tan estúpido como mi pelo: Lo quiero largo pero también corto. Lo quiero rubio pero también castaño. Quiero todo y, al mismo tiempo, nada.
Momento n°4: Confusión.
No saber qué quiero. Un día sí, al otro no. ¿Me quieren de verdad? ¿O es sólo sexo? ¿Están conmigo por algún interés en especial? ¿O soy una buena persona? ¿Seré una buena amiga? ¿Compañera? ¿O sólo sirvo para pasar el rato? Entre tantas preguntas... Me confunde la gente. Soy ingenua, y siempre, la mayoría de las personas que me rodea, supo aprovecharse de eso.
Momento n°5: Amor.
Es una de las experiencias límites del ser humano. Inexplicable. Te desborda de alegría, así como también de tristeza. Es querer entregarte en cuerpo y alma, regalarle tu corazón a esa persona amada y dar todo por ella. Hay infinitas formas de describirlo... En este instante, no encuentro las palabras correctas.
Momento n°6: Soledad.
No hay amor sin soledad. Uno nunca está solo, en realidad; pero sentimos un vacío interno... Que sí, siempre es por falta de amor. Todavía no le encuentro otro motivo.
Momento n°7: Decepción.
Me he llevado muchas en estos casi 17 años. De todo el mundo, tanto de mis padres como mejores amig@s. De amores, por supuesto. Incluso de mí misma. Me arrepiento de varias cosas, pero cuando me detengo a pensar, esos errores que cometí en el pasado son los que hoy en día me hacen una mejor persona. Fueron esas decisiones tomadas anteriormente las que me llevaron a lo que es el presente. Y éste no está nada mal.
Momento n°8: Celos.
"Mitad falta de sesos y mitad inseguridad". Celos en exceso pueden arruinar relaciones, pero siempre (sí, siempre) son necesarios para saber cuanto le importas a otro. Aquí se vuelve a aplicar el tema del amor. Es el hecho de querer a otro sólo para vos y nadie más que vos. Lo cual está algo mal, pero es inevitable.
Momento n°9: Confianza.
UFFF, que temita. Tan pero tan difícil se me hace confiar en la gente. Abrirme, dar a conocer mis sentimientos. Será porque siempre que confié, me terminaron decepcionando. No more.
Momento n°10: Risas.
Si hay algo de la vida cotidiana que amo, es reir. Libera tensiones. Sonreír es... felicidad. Hasta en el peor día pueden sacarme una sonrisa; bueno, me rio de todo pero porque me gusta, y mucho. La sonrisa es uno de los razgos principales en los que me fijo. Así como también el sonido de la risa. ¿Nunca te reíste tanto que no solo te dolió la panza después, sino que también se te trabó la mandíbula? Amo reír, pero no recomiendo esa experiencia. Aunque debo ser la única deforme a la que le pasó eso.